Rosalía considera que la mentoría fue un punto de quiebre en su vida, porque encontró una guía clara y práctica que la ayudó a enfocarse en sus metas.
Ella asegura que no basta con intentarlo sola, porque sin una guía se pierde tiempo; en cambio, el acompañamiento de un mentor acelera los resultados.
Recomienda con convicción el proceso, porque es una oportunidad para crecer más rápido, adquirir estrategias útiles y aprender a cuidar de uno mismo sin postergarlo más.

