Wálter considera que este proceso fue un parteaguas en su vida, porque encontró en la mentoría la claridad, las herramientas y el acompañamiento que necesitaba para dar el siguiente paso.
Destaca la importancia de la Rueda de la Vida, la agenda diaria y el coaching cercano, que lo motivaron en momentos difíciles y lo impulsaron a seguir con disciplina.
Recomienda este programa a cualquier persona que quiera mejorar, asegurando que quedarse igual no es opción, y que con Cristian Ortiz como mentor los resultados son inevitables.

